Alguien soy yo
Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña y tú no sabes que soy yo. Alguien te piensa constantemente, alguien te busca y por fin te encontró. Alguien te amó y alguien soy yo.
Alguien te quiere, alguien te espera, alguien te sueña y tú no sabes que soy yo. Alguien te piensa constantemente, alguien te busca y por fin te encontró. Alguien te amó y alguien soy yo.
Con estas manos te busco, disfrazando mi esperanza, y en medio de este desierto serás un poco de agua. Nada más, nada más. Donde termina el dolor no hacen falta las palabras. Donde encontraré la fuerza que abra la puerta de mi alma.
¿Cómo sería? ¿Qué hubiera sido de mí si ese día no te hubiera dejado partir? ¿Cómo sería besar tus labios cada amanecer, poder perderme cada noche en tu querer, cómo sería?
Te vas a cansar cuando tu cuerpo se acostumbre al de ella, ya verás. Te vas a cansar cuando en su piel no tengas más caminos para andar. Te vas a cansar, cuando te pida rendición de cuentas tu corazón, ¿qué le dirás? Te vas a cansar.
Me mentiré una y otra vez, simularé que me caes muy bien. No temblaré si me das un beso, toca mi piel y después me reiré. Maldito amor quiero un poco más, libre seguir. Maldito amor, miento. Ven aquí, me gusta sufrir.
No supiste conseguir de mis brazos la inquietud de tenerte junto a mí y mi amor ya se acabó. Sólo queda un triste adiós y en tus ojos el dolor, y tú habrás de recordar que hasta aquí llegó mi amor.
Pero yo sé que en el fondo de ese cruel corazón tu pasión sigue siendo mi amor. Y que al final del camino tu reconocerás que no del todo me has podido olvidar.
No te caigas, que vivir es aprender. Y no hay nada que temer si crees en ti. Y como un libro, el corazón, nos enseña que hay temor, que hay fracasos y maldad, que hay batallas que ganar.
La sabiduría llega cuando no nos sirve para nada. No se puede evitar y todo lo que pasa conviene. Son las reglas del destino, son las reglas del amar. Y todo lo que pasa conviene. Son las reglas del destino, son las reglas del amar.