Sólo por ti
No me preguntes por qué, por qué te toco la mano y si repito que te quiero, te juro que no es en vano. Si te preguntas por qué no dejo de acariciarte, es que mi amor se desborda y sobre tu cuerpo se convierte en arte.
No me preguntes por qué, por qué te toco la mano y si repito que te quiero, te juro que no es en vano. Si te preguntas por qué no dejo de acariciarte, es que mi amor se desborda y sobre tu cuerpo se convierte en arte.
Que se supriman las doctrinas y deberes, que se terminen las películas de acción, que se destruyan en el mundo los placeres y que se escriba hoy una última canción.
Yo no sé qué hacer contigo, ni te tengo, ni te olvido, ni quiero seguir así: juguete de tus caprichos. Para qué quererte tanto, para qué tanto deseo. Para qué este loco amor que lo quiero y no lo quiero.
Porque no quiero vivir con miedo a perderte, me quiero morir si no puedo verte. En mi vida no hay más salida. No puedo dormir si no puedo tenerte, no puedo seguir muriendo lentamente, a tu lado encadenado.
Yo la mandaré a la luna para vivir contigo. La soledad de cada día, que entre lágrimas crecía... La alejaré de mí para amarte a toda costa, para amarte a cada momento.
Y yo soy la hoja que lleva el viento, que va volando a tu alrededor. Y tú, el aire que me levanta, que me da fuerza para este amor. Tu amor me hace tanto bien, tu amor me hace tanto bien. Cierro los ojos, quiero tenerte cerca, sentir tu cuerpo.
Si yo pudiera confesar cuánto te extraño, si soy la misma que te dio su corazón. No quiero acostumbrarme a vivir este destino sin tu amor. Sin tu amor ya no sonríen las mañanas, sin tu amor no sé por dónde sale el sol.
Yo te mandaba las señales que se me ocurrían, tú nunca las entendías, no escuchabas bien. Un día me cansé y claro está que te dejé, no me hacías caso, entonces ¿Para qué?
Anochece en la ciudad, nuestras sombras bailan tímidas en la oscuridad. Y tu piel es una flor deshojándose en mil pétalos, fieles a mi amor. Y de ti voy perfumándome, con besos decubriéndote, amándote.