Contigo
Lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí. Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.
Lo que yo quiero, corazón cobarde, es que mueras por mí. Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.
Princesa, acuda a caja tres. De pie y sin pausa más de ocho horas, diosa precaria a tiempo parcial. Y no habrá sombra de Grey que ayude a que el querube que espera en casa tenga su nana de la cebolla. Bella mariposa, aún se consuela con no ser ella la que rebusca en el basural.
Si se le ofende, el amor va y se defiende y pone el mundo a sus pies. Como la lava: lo arrasa, todo apaga, por donde vino, se fue. El amor corre la sangre y te recorre y te abandona al dolor. Revive sombras y nada, él sobrevive, no deja rastro ni olor. El amor teje sus hilos con el hambre que brillan como la miel. Tiene el alambre y veneno de su baba, dejas el alma y la piel.
Se detuvo el tiempo y la lluvia no llovió cuando por el cielo de Palermo apareció vengo atravesado por un lunes de terror y no lamento otra tardecita sin sol. Tengo algún recuerdo del lugar donde nací, tengo la sospecha de que también fui feliz, tengo tantas ganas de parar y de seguir o de fugarme por algunos siglos de mi.
Te he bajado la luna para que no vivas a oscuras. He vaciado de espuma el mar, pero no lo ves... He cambiado de corazón, para acompañar tus latidos... He traído el río hasta tu puerta mi mundo se dio vuelta y no lo ves... Tanto he dado que lastima. Mi vida he dejado en manos de tu vida.
Es un temblor, una tormenta, un nuevo amanecer Un resplandor, una delicia que probé Una locura, pura pasión Es un calor, que se propaga Dentro de mi y me desarma Me hace volar, una tempestad Y cuanto te deseo, cuando empiezas a mirarme Eres agua en mi desierto Eres solo la culpable, de querer como te quiero
Bendito el aire que me hace sentir, que estoy vivo y que puedo ser feliz. Bendito el tiempo no me deja mentir que los años me enseñaron a vivir... Bendito...
Ya no curaré tu soledad cuando duerma la ciudad. No estaré para oír, tus historias tontas, no... Porque tienes miedo de sentir, porque eres alérgico a soñar y perdimos color, porque eres alérgico al amor.
Me estoy acobardando y lo ha notado Y eso no es muy bueno para mí Si quiero retenerla entre mis brazos Será mejor que no me vea sufrir. Estoy estacionado en los fracasos Y hoy voy a remediar la situación Será que siempre he dado demasiado Y en el exceso siempre salgo dañado.