Me llevas a volar, me falta el aire Cuando te quiero ver, la luz se va Un viaje sin final, que atrapa Un fuego frío que no quema nada Mi mente pierde el control Tus ojos gritan por mí El hielo quiebra mi voz No digas no Me quitas el dolor, curas la razón El remedio a mi tristeza Bajas el calor, el antídoto A la fiebre que causó tu amor Me quitas el dolor, curas la razón El remedio a mi tristeza Bajas el calor, el antídoto A la fiebre que causó tu amor
Me cansé de echarte de menos durmiendo en la misma cama, separados por el hielo de hacer la compra en la farmacia, sonreirle a la desgracia boxeando con los celos y es que no puedo estar así, las manecillas del reloj son el demonio que me tiene hablando solo.
Tengo que aprender a conformarme con lo que la vida me da, dos manos y una voz pa' cantarte y un corazón para poder amar. Tengo que dejar de ser cobarde y afrontar lo que el miedo me da, la oscuridad sin ti solo en la noche, el silencio de la amarga soledad.
Baby, dime si te acuerdas (yeh) De to' lo que hacíamos hasta que saliera el sol Baby, dime si te acuerdas De cuando chingábamo' hasta dentro 'el ascensor (wuh, wuh, wuh) Baby, dime si te acuerdas De to' lo que hacíamos hasta que saliera el sol Baby, dime si te acuerdas De cuando chingábamo' hasta dentro 'el ascensor Yeh, yeh [Verso 1] Un polvo aquí, un polvo allá, -llá (-llá) Tú siempre 'tás puesta pa' una guayá, -yá (oh-oh) Le gusta gritar, no se queda callá', -llá'
Tú nunca encontrarás, mientras vivas alguien que te ame tiernamente como lo hago yo y tú nunca encontrarás, no importa donde busques alguien a quien le importes tú de la manera que lo hago yo. No estoy alardeando de mí mismo, cariño porque yo soy el único que te ama...
Me moría por ella y busqué mil escusas para verla, aunque fuera un segundo, aunque ella jamás se diera cuenta. Me moría por ella y me ganaban los nervios si me hablaba, yo quedaba mudo y tenía que agacharle la mirada.
Recuerdo te ofrecí ese mes de Octubre en Londres mi apellido a tu nombre y te estremecí con besos después ya nos fuimos y rompimos el hielo. Hoy amanecí con el deseo de enviarte flores y 26 cartas a tu nombre escritas en tantos aviones. Te cuento que allí te resumí lo que son mis sentimientos por el correo te envié mi amor en el buzón de tu corazón.
Son esas ganas de sentirte cerca, al pronunciar tu nombre Cada segundo que no estás conmigo es una eternidad. Apareciste en mi vida cuando yo estaba perdido Y me entregaste lo mejor de ti, sin pedir nada más. Se me va la cabeza, si dices te quiero Te bajo la luna, te sueño despierto Por una caricia, sabes que me muero. Y tú mente y la mía, están en sintonía Eres el motivo que alegra mi vida, esa melodía Que rompe el silencio. Que está pasando, que esa carita divina Se ha vuelto mi medicina Y poco a poco yo me estoy sanando.
Entre lo amargo del café quedó el aroma y el calor lo que me dio, me lo dejó cuando se fue con la certeza y la razón de saber Dios quién sabe qué, que lo invisible existe sólo porque no se ve. No soy la foto del carnet. No soy la luz en el balcón, yo solo soy el que llegó y el que se fue.