El verano ha llegado y se ha ido, la inocencia no dura por siempre... despiértame cuando septiembre acabe. Como mis padres vinieron para irse siete años han pasado tan rápido... despiértame cuando septiembre acabe.
Qué ironía cuando sientes al amor llegar. Sin decir por qué, el amor se va. Cuando ya me doy cuenta que de mí te vas ¡Necesito más de ti! Qué ironía que a tu lado me sentí capaz de perder la razón, de llegarte a amar. El destino fue quien puso más ¡Y te aleja hoy de mí!
Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida, y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas. Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso, que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.
Si hay otro entre los dos, defenderé mi amor como un león herido. Si en algo te ofendí, yo quiero tu perdón, no quiero tu rencor, devuélveme el sentido. Qué es lo que pasa que nos estamos alejando tanto que cada vez nos comprendemos menos, que cada día que termina es un fracaso, amor.
Hoy tu cara me lo dice todo, en silencio me hablas de algún modo, algo no te deja ser feliz. Sé la vida no es cuento de hadas y vamos de la fe a la nada, tratando de sobrevivir. No hay difícil camino cuando estamos juntos tú y yo. Si vas en caída libre y te sientes derrotada, yo me entregaré en el alma para curar tu dolor.
Cuando vivo solo sueño un horizonte falto de palabras. En la sombra y en tres luces todo es negro para mi mirada si tú no estas junto a mí, aquí. Tú en tu mundo, separado del mío por un abismo. Llámame, yo volaré a tu mundo lejano.
Que difícil es, cuando las cosas no van bien. Tu no estas feliz, y eso me pasa a mí también. Porque hemos perdido la frescura del amor, el respeto por los dos, discutiendo a cada instante sin razón.
No existían defectos, eras mi tentación. Mis ojos no eran de nadie, sólo fuimos tú y yo. Me fui perdiendo en tu cuerpo, me olvidé del dolor. Soñaba con algo eterno y desperté de mi error, hoy sólo queda el recuerdo de lo que nunca pasó y te deseo buena suerte, aléjate, por favor. Llorar por ti jamás valió la pena. Te puedes ir, sé que alguien más te espera.
No supiste conseguir de mis brazos la inquietud de tenerte junto a mí y mi amor ya se acabó. Sólo queda un triste adiós y en tus ojos el dolor, y tú habrás de recordar que hasta aquí llegó mi amor.