La fórmula
Corazón que rifa una ilusión, dejá para mañana lo que puedes vivir hoy. Sabe que en el fondo han de pagar toda la amargura de querer siempre algo más. Tarde, pero a tiempo me di cuenta que no todo lo que quiero está a la venta.
Corazón que rifa una ilusión, dejá para mañana lo que puedes vivir hoy. Sabe que en el fondo han de pagar toda la amargura de querer siempre algo más. Tarde, pero a tiempo me di cuenta que no todo lo que quiero está a la venta.
Maldeciré a las parejas que abrazadas sueñan con habitaciones de hotel desocupadas y odiaré con calma tu risa, todas mis palabras, nuestra despedida. Qué va a ser de mí, les diré barbaridades a las mujeres hermosas que pasen por mi calle.
Sálvame de esta soledad que vive en mí. Eres tú, mi amor, mi sol, mi luz, mi cielo azul, mi única verdad y aunque el destino nos separe una vez más, soy de ti, de ti, sin fin, sin más, sólo de ti, tú y yo sin fin…
Que estoy enamorada y tu amor me hace grande, que estoy enamorada y qué bien, qué bien me hace amarte. Dentro de ti quedarme en cautiverio, para sumarme el aire que respiras y en cada espacio unir mis ilusiones junto con tu vida.
Las noches que no estás el silencio me mata, me falta tu risa, tus manos tibias, tus caricias, que le dan el sentido a mi vida. Me hace falta, mucha falta pecar en tu piel, besar tu aventura tu censura, necesito tu cuerpo y tu magia bailando en mi cuerpo.
Me moría por ella y busqué mil escusas para verla, aunque fuera un segundo, aunque ella jamás se diera cuenta. Me moría por ella y me ganaban los nervios si me hablaba, yo quedaba mudo y tenía que agacharle la mirada.
Ya lo sabía, te has convertido en parte de mi vida, brindándome todo lo que quería. Ya lo sabía, que enamorarme no me convenía. Ya lo sabía, de alguna forma me lo suponía, había algo que me lo decía, pero nunca lo escuché.
Tú me quieres, pero yo te amo, esa es la verdad. Tu presencia aquí me está matando, de sentirte a la mitad. Me he cansado de intentar y no lograr que te vuelva a enamorar, sé que no me quieres lastimar, pero tengo que soltarte...
Esa noche entre tus brazos, caí en la trampa, cazaste al aprendiz de seductor y me diste de comer sobre tu palma, haciéndome tu humilde servidor. Amiga, hay que ver cómo es el amor, que vuela a quien lo toma, gavilán o paloma.