Sé que dicen que has perdido la cordura y a pesar de todo ha sabido continuar con la vida y que eso de amarme no es normal, que has llegado al límite de la locura, que sin saberlo sigues sufriendo y que han puesto en duda tu salud mental. Y que dicen que tambien me he vuelto loco y quizás un poco. Pero es por el miedo de quedarme solo y no verte más...
Y pude arrancar esta soledad. Tengo tantas ganas de gritar que no existe más la oscuridad. Si tú eres mi luz, mi luz. La fuerza dentro de mi ser. Mi luz, mi luz, la fe que siempre sentiré.
No hay nada más lindo que el amor, por el amor hacemos grandes locuras, sacrificios y vivimos aventuras, desafíos con la otra persona. Pero del otro lado del teléfono cuando no queremos reconocerlo todavía, mamá ya sabe lo que pasa por nuestro corazón. Hermosa publicidad de coca cola.
De día viviré pensando en tu sonrisa, de noche las estrellas me acompañarán. Serás como un luz que alumbra en mi destino me voy pero te juro que mañana volveré...
No demos todo por perdido Aun no llego la sangre a el rió Imagine un final, distinto a los demás Seremos lo que siempre fuimos Honestos en nuestro delirio De querer alcanzar, estrellas en el aire Di, si aun nos queda una razón Si como a mi, aun te queda ese dolor Si no te vas Te hago un sitio en este Corazón hambriento Tengo una vida para amar
Saría lo que fuera por volverte a ver, daría hasta mi vida y mi fusil, mis botas y mi fe. Por eso en la trinchera de mi soledad tus ojos son mi luz y tu esplendor mi corazón...
Solo necesitas luz cuando hay poca, solo echas de menos el sol cuando empieza a nevar, solo sabes que la quieres cuando dejas que se vaya. Solo sabes que lo has pasado bien cuando lo estás pasando mal.
Puede que alguna vez Recuerdes esta frase Sin saber por qué Tuyo es todo mi ser Que a solas y por dentro Quiero pero me duele Que no sientes lo mismo que yo Lo noto Se ahogan mis verdades Me ahogan mis demonios Quisiera morder esa manzana La fruta prohibida envenenada
Cuando llegó carta, la abrí. Cuando oí a Salif Keita, bailé. Cuando el ojo brilló, entendí. Cuando me crecieron alas, volé. Cuando me llamó, allá fui. Cuando me di cuenta, estaba ahí. Cuando te encontré, me perdí. En cuanto te vi, me enamoré...