Muñeca de trapo
Me abrazaría al diablo sin dudar, por ver tu cara al escucharme hablar. Eres todo lo que más quiero, pero te pierdo en mis silencios. Mis ojos son dos cruces negras que no han hablado nunca claro.
Me abrazaría al diablo sin dudar, por ver tu cara al escucharme hablar. Eres todo lo que más quiero, pero te pierdo en mis silencios. Mis ojos son dos cruces negras que no han hablado nunca claro.
Murió la flor y en mí tu esencia se quedó, y tu risa infantil creo escuchar. Las noches frías son, no brilla más el sol. Desde que tú no estás, llorando estoy. ¿Dónde estarás? ¿En qué otros labios mis caricias dejarás? Mientras que aquí cada recuerdo es un martirio para mí.
Y vine a decirte adios no, puedo engañarme mas, tus besos no saben igual, en tu vida hay alguien más. Nunca te podré olvidar porque por ti aprendí amar aunque a ti te de igual sé muy bien que hay alguien más...
No veo la hora de contarte algún secreto, no veo la hora de explicarte quién soy yo y recuperar los momentos que perdimos en el camino, solos tú y yo. Tengo tanto para darte, un beso en libertad, una abrazo por la noche, un cuento que te haga soñar.
Te voy a amar hasta el final, te voy a querer hasta la eternidad, te voy a cuidar, nadie te va a lastimar, yo juro que te voy a amar hasta el final. Aunque no sientas mi mirada, aunque no estés al lado mío...
Si una vez yo pudiera llegar a erizar de frío tu piel, a quemar, qué se yo, tu boca y morirme allí después. Y si entonces temblaras por mí, lloraras al verme sufrir. Ay sin dudar, tu vida entera dar, como yo la doy por ti.
Fue la verde luz que sale de tus ojos, esa luz que alumbra la distancia entre tú y yo, que llena de esperanzas mi renglón, esa luz que recompone lo que compone, esa luz. Fue tu abrazo añil el que pinta con caricias el candil que alumbra cada nota de mi voz, mimando con susurros el temblor de este amor, que se desboca si lo provocas, este amor.
Y estoy aquí, tan enamorado de ti que la noche dura un poco más. El grito de una ciudad que ve en nuestras caras la humedad. Y te haré compañía más allá de la vida. Yo te juro que arriba te amaré más. Tan enamorados que así la noche dura un poco más.
Cada día que amaneces a mi lado florecen mil caricias en mis manos para ti. Tú me das el paraiso que he soñado, descubro en tus abrazos otro modo de sentir.