Estoy enamorada
Que estoy enamorada y tu amor me hace grande, que estoy enamorada y qué bien, qué bien me hace amarte. Dentro de ti quedarme en cautiverio, para sumarme el aire que respiras y en cada espacio unir mis ilusiones junto con tu vida.
Que estoy enamorada y tu amor me hace grande, que estoy enamorada y qué bien, qué bien me hace amarte. Dentro de ti quedarme en cautiverio, para sumarme el aire que respiras y en cada espacio unir mis ilusiones junto con tu vida.
Hoy ya no se escriben cartas para enamorarse, hoy ya las flores no se ven. Dónde ha quedado aquel romance, ya no existen los poemas para conquistarse, ahora se mandan solo mails, ya nadie entrega chocolates. Pero me niego a renovarme es mi manera...
Te veré, como siempre, en el rincón, donde guardo el corazón y tan sólo vives tú. Y aunque el mar pierda una orilla y el comienzo, su partida, sólo tendré ojos para ti.
Una historia sin fin se vuelve a repetir y es que se que soy parte de ti por que después de tu amor ya no hay nada y reconozco el miedo en tu mirada. Porque siempre caigo rendida cuando tu me llamas, porque siempre a cada minuto te vuelvo a extrañar. Eres para mí desde que te vi no te dejo de pensar y es que tengo tanto miedo de volverte a amar.
Quiero vivir la vida amándote, sólo tu amor me ha hecho renacer. Nada a la vida yo le pediré, si la puedo vivir amándote. Abrázame, olvidemos el ayer. No hay dolor junto a ti. Vuelvo de nuevo a vivir.
Te veré, como siempre, en el rincón, donde guardo el corazón y tan sólo vives tú. Y aunque el mar pierda una orilla y el comienzo, su partida, sólo tendré ojos para ti.
Te llame, por que no aguanto mi tristeza y no puedo soportar tanto dolor por que nadie va a borrar toda la huella que dejaste con tu amor. Te amare siempre...
Lo siento si en tu lugar he puesto a otra era solo parte de este juego y mientras yo jugaba tu ibas en serio, fui tonto y no lo niego mis aires de importante y me doy cuenta ahora solo importas tu...
Fotomontaje del poema nº 20 de "20 poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda