Dame la llave de tu corazón
Dame la llave de tu corazón, dame un camino, dame una razón. Dame la fuerza para conquistar tu amor. Dame la llave de tu corazón, una mirada que me dé valor. Dame un suspiro que le dé coraje a esta pasión.
Dame la llave de tu corazón, dame un camino, dame una razón. Dame la fuerza para conquistar tu amor. Dame la llave de tu corazón, una mirada que me dé valor. Dame un suspiro que le dé coraje a esta pasión.
Lejos de la casa que me da el abrigo, extraño tu nombre, te extraño, amor mío. La luna que viaja por el manso río, trae tu mirada, me llena de alivio, porque allí te besé y creció mi ilusión. Sólo tú, sólo yo; un mismo amor.
Ya sé que siempre arruino todo, pero nunca me doy cuenta. Justo a tiempo lo desarmo para seguir con la historia que nunca, nunca se acaba, como un loop interminable. Yo sé que doy mucho miedo, sin querer. Te di mi amor, te lo vendo en camisón.
Sigo estando aquí, de nuevo un escenario y de nuevo yo. Sigo estando aquí, porque ahora tu camino va en mi dirección. En mi maleta sólo queda ausencia, tu poesía me pidió volver. Marcharme ha sido toda una experiencia y ya lo sé…
Así que no dejaré que te acerques tanto como para herirme, no, no te preguntaré, para que solo me dejes. No te puedo dar lo que te piensas que me diste tú. Ya es hora de despedirse de esta forma de darle la vuelta a las cosas, de darle la vuelta.
Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de si dejó mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te di cuando juré escribirte una canción...
Así que corre, corre, corre corazón. De los dos, tú siempre fuiste el más veloz... Toma todo lo que quieras, pero vete ya, que mis lágrimas jamás te voy a dar. Así que corre como siempre, no mires atrás, lo has hecho ya y la verdad me da igual.
Ya viste, no vale la pena eludir el problema y perdonar en el sinfín de los falsos contactos. Quiero despertar en una mañana, lleno de calma en el corazón, pero alrededor todo amenaza con dejarte atada tan lejos de casa.
Si fueras mágica, si fueses música, si el sol saliera por tu piel, seríamos amantes. Si tú fueras mía, podría soportar, por fin, este silencio entre las olas de la espera...