Tu y yo...
Qué loco amanecer, mordiendo tu sonrisa y amarte hasta caer, perdido en tus caricias. Qué bello atardecer, sudando entre las sábanas, volverte a recorrer, jugando con malicia. Embrujados, encendidos, indecentes, escondidos. Mis manos como garras se han prendido de tu piel.