Entre tú y yo hay algo más que la ilusión de un paraíso azul. Beso con beso, fuego con fuego, a mis deseos los enciendes tú. Niña y mujer, lluvia de sol, sólo por ti cambié mi soledad. Mis pensamientos vuelan contigo, te has convertido en mi necesidad.
Quisiera que ahora estés aquí conmigo, sé que es un deseo que no puede ser. Uno de estos días, no sé cómo ni cuándo, estoy seguro que te encontraré otra vez, porque ahí, en tu alma, yo dejé mi huellas y tu corazón te hará entender...
Yo no sé qué hacer contigo, ni te tengo, ni te olvido, ni quiero seguir así: juguete de tus caprichos. Para qué quererte tanto, para qué tanto deseo. Para qué este loco amor que lo quiero y no lo quiero.
Yo la mandaré a la luna para vivir contigo. La soledad de cada día, que entre lágrimas crecía... La alejaré de mí para amarte a toda costa, para amarte a cada momento.
Yo te mandaba las señales que se me ocurrían, tú nunca las entendías, no escuchabas bien. Un día me cansé y claro está que te dejé, no me hacías caso, entonces ¿Para qué?
Por siempre tú... poder, valor, luz y cielo azul... Recordar que en el alma para siempre hay un sitio para ese amor único...
Para esos amores que no pueden verse todo el tiempo, para dedicar a quienes están lejos para que nunca olviden que el corazón descansa en las manos del otro...
Cuando te hago el amor, es de noche y no hay sol. Como si alguien detuviera el tiempo y mi boca se funde en tu risa, y tus piernas bailan con las mías.
Cuando me vi desnudo y sin aliento, arando un mar desierto y sin amor. Cuando pensé que mi alma había muerto, llegaste tú como la luz del sol. Por ti seré más fuerte que el destino. Por ti seré tu héroe ante el dolor. Yo sin ti estaba tan perdido, por ti seré mejor de lo que soy.