Sueños rotos
Volver a verte otra vez, con los ojitos empapados en ayer, con la dulzura de un amor que nadie ve, con la promesa de aquel ultimo café, con un montón de sueños rotos.
Volver a verte otra vez, con los ojitos empapados en ayer, con la dulzura de un amor que nadie ve, con la promesa de aquel ultimo café, con un montón de sueños rotos.
Iluminar cualquier lugar, puedo cantar hasta sanar. Puedo abrigar tus ilusiones, hacer mías tus pasiones. Puedo amarte para luego amarte más. Pero hoy no me siento tan fuerte...
Con estas manos te busco, disfrazando mi esperanza, y en medio de este desierto serás un poco de agua. Nada más, nada más. Donde termina el dolor no hacen falta las palabras. Donde encontraré la fuerza que abra la puerta de mi alma.
¿Cómo sería? ¿Qué hubiera sido de mí si ese día no te hubiera dejado partir? ¿Cómo sería besar tus labios cada amanecer, poder perderme cada noche en tu querer, cómo sería?
Pero yo sé que en el fondo de ese cruel corazón tu pasión sigue siendo mi amor. Y que al final del camino tu reconocerás que no del todo me has podido olvidar.
No me preguntes por qué, por qué te toco la mano y si repito que te quiero, te juro que no es en vano. Si te preguntas por qué no dejo de acariciarte, es que mi amor se desborda y sobre tu cuerpo se convierte en arte.
Que se supriman las doctrinas y deberes, que se terminen las películas de acción, que se destruyan en el mundo los placeres y que se escriba hoy una última canción.
Yo no sé qué hacer contigo, ni te tengo, ni te olvido, ni quiero seguir así: juguete de tus caprichos. Para qué quererte tanto, para qué tanto deseo. Para qué este loco amor que lo quiero y no lo quiero.
Yo te mandaba las señales que se me ocurrían, tú nunca las entendías, no escuchabas bien. Un día me cansé y claro está que te dejé, no me hacías caso, entonces ¿Para qué?